lunes, 22 de febrero de 2016

Eternidad

Pintura de Facebook enamorados

Agonía


La vida como la conocía se terminó.
Ya no existe un tú ni una otredad.
No existe un alguien leyéndome en lo cotidiano, en los renglones de la rutina.
No hay espectadora esperándome, adivinándome, develándome.
No hay poesía.
Simplemente hay horas egoístas que transcurren una a una borrachas de soliloquios asqueantes.
No hay ternura, no hay colores, no hay belleza.
Hay pasado que se repite como una vieja película incoherente, con su relato monótono y desolador.
Hay presente entre gris y nublado.
Hay pulmones que de vez en cuando se acuerdan de respirar y alguna lágrima entre triste y autocompasiva.
No sé lo que vendrá después, cuando el después es un fantasma ansioso y decandente.
El miedo me tose en el oído...sólo es cuestión de esperar que el péndulo se detenga y que los pies ya no se percaten del frío.
Tengo las alas cansadas y el alma sin brío.
Tengo la rima oxidada y tu amor en un grito.