jueves, 12 de febrero de 2009

Insomnio

El insomnio puede ser un compañero insoportable o un buen consejero, piensa ella mientras se baña.
Cree que las mejores ideas aparecen a horas intempestivas.
Es ese momento sin tiempo de una madrugada cualquiera, que hace que el cuerpo se afloje y los miedos florezcan.
Es el instante del llanto por donde drena la angustia.
Cuando las horas se aceleran y amontonan durante el día, cargadas de intensidad, en la puerta de la garganta, la noche abre la brecha del desvarío.
Se seca y resume las ideas.
El cuerpo está exhausto y la mente corre buscando soluciones.
Es que hay piezas que no encajan, es que dos mas dos nunca es cuatro…y entonces, por qué se empeña en obtener ese resultado?
Se mira al espejo desnuda.
Por qué vive la vida que no quiere vivir?
Si no tiene nada que demostrar, ni siquiera el resultado de esa absurda suma?
Por qué todo es un tedioso negocio en las relaciones que la afectan?
Por qué hay que justificar la existencia?
Por qué hay que quedar bien o estar abierta a tantas cosas que los otros esperan?
Y si baja la cortina?
Y si decide quedarse en su posición, aunque reconozca que es obtusa pero que no tiene ganas de discutirla?
A qué le teme?
Se mira las cicatrices.
Detrás de cada una hay una historia.
Tampoco tiene demasiadas.
Apenas las que hablan de un puñado de malos cálculos.
Y qué pasa con sus decepciones?
Qué pasa con sus frustraciones?
Y se mira las canas, como esos cabellos que perdieron el color, aunque los tiña….
Será cuestión de aceptar lo que hay y buscar alternativas para no anclarse en el espejo, buscando canas, que son imposible ocultar.
No tiene lo que quiere.
No está conforme con su vida.
Abolla el papel y vuelve a empezar?
El café de la mañana no disminuye las ojeras y el beso que la despide tiene sabor a piedad.
Cruza el umbral, luego de cada movimiento mecánico de su mañana y, camino al colectivo, repasa su contrariedad y su falta de fidelidad a ella misma.
Cobardía? Comodidad?
Cuándo fue el día que puso el piloto automático?
Cuándo se ajustó a las reglas de juego?
Levanta el brazo en la esquina…algo se detiene.
O es que acaso, vive en un mundo detenido?
En realidad, sigue sumergida en el insomnio de una larga noche y la mañana se demora caprichosamente, dejándola envuelta en una crisálida de preguntas.

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