viernes, 31 de octubre de 2008

Destino

Es probable que me haya rozado.
Inauguralmente era blanca.
Llamó mi atención con un timbrazo de pena fugaz y profunda.
Era una tela, un fino género transparente que separaba nuestras almas ambiguas.
Ella allí, inmutable.
Yo aquí, incertidumbre.
Es probable que su nombre sea un genérico.
Y si lo fuera?
Algo así como los sentimientos, un concepto que no siempre habla de belleza.
No acabo de descubrir su enigma.
Zapatos fríos tras el tul.
Tristeza cierta.
Tapiz terroso que su cuerpo espera.
Final cumbre de la existencia?
Final mediocre que a todos nos llega?
Una puerta entreabierta entre las dos.
Transparente, como aquella tela.
Dos mundos, dos verdades.
Un mismo dilema.
Ella.
Yo.
A cada lado de un fino abismo
Sin definiciones que nos sometan..
Mi respiración y la duda
Quién es ella?
Es un secreto la muerte,
que aflora sin mezquindades cuando nos envuelve en su tela.
Su inmovilidad silenciosa.
Su expresión sin culpa ni queja.
Su rabia mutilada.
Esa paz disfrazada de promesa.
Última aceptación del destino.
Soledad.
Parto.
Aborto?
Tiene sentido pulsear con ella?
Son las preguntas absurdas respuestas
Es inútil… por más que la miro no se despierta.
El último grano de arena se desliza por la pared del reloj.
Nadie lo da vuelta
A cada lado de la vía,
Dos personajes errantes.
Una despedida espera.
A cada lado de la vía.
Libertad más allá de la suerte.
A cada lado del silencio
Yo, respirando confusa.
Ella, debajo de la tela.

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